Si fuera un animal
de instintos primarios
de necesidades básicas
sin modales, ni
educación
marcaría con poesía salvaje
segregada desde mis
entrañas
territorio sobre tu
cuerpo.
Te preñaría con mis palabras
como una señal de
advertencia
para que nadie se
acerque
más allá de lo indicado
para que nadie te vea
ni por equivocación
como te veo yo.