Me pasé horas pensando
en lo que iba a escribir
mientras el reloj como
mi verdugo
marchaba parsimonioso
a lo largo de la inmensa
noche
pero en la mañana
estando frente al papel
olvidé lo que tenía que
decir
todas las cosas lindas e
importantes
que tenía para expresarte
se quedaron clavadas en
la almohada.
Los hermosos versos
de palabras precisas
que te describían a la
perfección
sin retórica
ni mentiras
eran un reflejo de la
verdad
una reproducción fiel de
tu belleza
un resumen de tus
cualidades
un sincero y único poema
arrojado al bote de la
basura
como un par de zapatos
viejos
por culpa de un
insignificante olvido.
Pero lo importante de
todo esto
es que nunca olvido que
te amo
siempre estás presente
en mi memoria
en mis sueños
y en mis planes
y tu recuerdo
es el que colma mi pobre
alma
hambrienta siempre
de tu limosna y caridad.