PRESENCIA


Te siento cerca
pero sólo es una sombra perpetua
la que está al acecho
en las noches sin fin.

Siento tu respiración tibia
junto a mí en la madrugada
pero es el viento frío
el que simplemente la trae.

Siento el sonido
de tu agradable voz
pero es el eco de mi recuerdo
el que escucho en el silencio.

Siento tu mirada protectora
pero es la niebla densa de las calles
la que se refleja en mis pupilas.

Intento agarrar tus manos
pero se desvanecen
como el agua entre mis dedos.

Intento seguirte
pero tu cuerpo fantasma
no deja huellas
sobre la arena blanca.

Intento arrancar
un trozo de tu piel de algodón
pero sólo es una nube pasajera
que engaña mis tristes sentidos.

Intento besarte
pero tu boca es de humo
como el de los cigarros
que fumo esta larga noche.

Intento sacarte de mi mente
pero tu imagen viva
es un enorme monumento de piedra
erigido para siempre
en medio de mi memoria.

LA CARA OCULTA DE LA LUNA

De sonrisa misteriosa, inquietante.
De ojos tristes, melancólicos.
De labios finos, traicioneros.
De palabras ocultas, ambiguas.
De sangre reptil, helada.
De corazón pétreo, sólido.
De alma cruel, sucia.

Luna, bella luna.
Luna, malvada luna.

Brillas y te opacas.
Cautivas y repugnas.
Eres y aparentas.

Luna, consentida luna.
Luna, vil luna.

Dulce niña, mujer fatal.
Palabra figurada y literal.
Llena y vacía.

Luna, malvada luna.
Luna, vil luna.

Te amo y te odio.

A SANGRE Y FUEGO


Los tambores de la guerra
retumbaban por el campo abierto
como los truenos antes de la tormenta.

Las tropas formadas en pelotones
marchaban decidas
al frente de la ofensiva.

Los jinetes de la armadura
cabalgaban temibles
luciendo espadas y lanzas.

Su mente codiciosa
dirigida solamente
a la conquista de nuevos territorios.

Cuando vi llegar las tropas invasoras
mi cuerpo se quedó estupefacto
ante el ataque despiadado
de su cruel ternura.

El fuego de sus antorchas
consumía ávidamente
todo a su paso.

Los cortes longitudinales de sus espadas
mutilaban sin piedad piernas y brazos.

Las heridas de muerte de sus lanzas
abrían agujeros profundos en la carne.

Todo era confusión
todo era caos.

Se mezclaban
los gritos de terror con las llamas
el llanto con la sangre
los cuerpos con el humo
el día con la noche
su rostro con la luna.

La devastación fue total
la invasión estaba consumada
sin reacción
sin oposición
la única oportunidad de vivir 
fue entregando mi corazón
como esclavo al enemigo.

Ahora sus dominios se expanden
por el vasto continente de mi ser
ahora mi alma
está a merced de su imperio.

CUPIDO


Sus cartas no eran buenas
audacia y estrategia utilizó
como un gran tahúr
la partida en el juego ganó.

La noche sensual comenzaba
su trayecto por el firmamento
cuando una estampida desenfrenada
de miradas lanzó sobre él
dejándolo aturdido
ante aquel desprevenido alud.

Robó completamente su atención
con aquel brillo incandescente     
de sus estrellas indecentes.

Suavemente se acercó a él
como un gato acechando una mariposa
cautivándolo con sus delicados movimientos
jugando con su cabello largo hasta su espalda
abanicándolo de lado a lado
mientras se lo soltaba.

Luego la luna se descubrió
de su ropa de nubes
mostrando sus brazos
y la forma perfecta de su cuerpo
tallando el relieve de sus senos
en la blusa blanca que llevaba puesta.

Encandiló el alma de su victima
adueñándose de sus instintos.

Por la abertura de su falda
mostró sus piernas perfectas
como las de una guerrera amazona
sus muslos provocativos
como el agua en el desierto
las curvas de sus nalgas
se marcaban debajo de su manto.

Desplegó su perfume primaveral
de rosas y jazmines
acelerando sus hormonas
como abejas enloquecidas
atraídas por su olor.

Una leve llovizna
con sabor a licor
hizo caer sobre su boca
cegándolo por completo.

La noche se consumió
entre apuesta y apuesta
al igual que el cuerpo de ellos
entre caricia y caricia.

Él se quedó con el botín mayor
encontró su punto débil
su patrón de juego
y disparando flechas la conquistó

Sus cartas no eran buenas
audacia y estrategia utilizó
como un gran tahúr
la partida en el juego ganó.