Cuando mi conciencia se desdobla
cuando mi cuerpo posa indefenso
cuando mi mente atraviesa la puerta
en aquella ceguera nocturna,
cuando las bóvedas
de la vigilia y el sueño
cubren mi mundo con su negra tierra,
es tu rostro perfecto el que surge
como salvavidas
para el naufragio,
es tu nombre mencionado en mi interior
el que suena como una sinfonía medieval
trayendo la calma a este festín demencial,
es tu aura flagelante la que me envuelve
arrullándome maternal en sus brazos.
No me quiero dormir
no me quiero despertar
no quiero que te vayas
eres mi calma
mi paz
mi aliento
quédate aquí
conmigo.
