Para no perderme en la
oscuridad
busco tus ojos que guían
mi camino
hasta alcanzar el puerto
de mi desembarco.
Entre la neblina y la
lluvia
el frio desaparece
paulatinamente
al calor de tu piel
ardiente.
Beso tus labios con
desesperación
como llevado por un
impulso desconocido
que ciega la voluntad
dejándola indefensa.
Toco tus partes íntimas
penetrando mis dedos en
tu interior
para que nadie pueda
escapar de este tormento.
Retiro por completo lo
que te queda de ropa
para anclar el barco en
tu muelle
y terminar sin más
contratiempos esta larga espera.