El tiempo se detiene esta noche
en un silencio interminable
las campanadas del reloj vienen inciertas
y estoy seguro que amanecerá
muy tarde otra vez.
Siento las caricias que ahora
reviven la luz ahogada en mi penumbra
y las sonrisas provenientes
de las tiernas frases del pasado
taladran mi cabeza
acumulando una feroz tormenta
que reflejarán mis ojos.
Bella noche, sagrada en recuerdos
tu sombra se desliza en silencio
y en la redondez lunar de tus ojos
son emanados los enigmas de tus
deseos más profundos
atrapados para siempre
en aquellas esferas oscuras,
contraídas, fluorescentes.
