HOY

No intentes escucharme al caer la tarde,
tal vez para ese entonces sea tarde
y mis palabras tan latientes al momento
se conviertan solamente
en pasado sin sentido.

No intentes mirarme al caer la tarde,
pues las sombras infinitas de la muerte a mi alcance
mancharán esa luz que alumbran mis pupilas.

No intentes consolarme al caer la tarde,
pues la tristeza de la noche
quizás ponga más triste a mi alma vagabunda.

No intentes amarme al caer la tarde,
pues tal vez para ese entonces mi poco amor restante,
muera juntamente con la tarde falleciente.