De plena emoción
mi corazón rápido
palpitaba
de ciega ansiedad
mi mente ambiciosa se
inundaba
el sudor frío por mi
frente
y también por mis manos
corría
dilatándose mis pupilas
al volver a encontrarle
instantes mismos
en que la pesada tapa
del viejo cofre de
madera levantaba.
El brillo metálico de su
contenido
todo a la redonda impregnaba
sepultado largo tiempo estuvo
bajo las ardientes
arenas
de una desolada playa
escondido de las sucias garras
de ladrones sin
escrúpulos
que como yo temerarios
intentaban quedarse
a cualquier precio
con tan anhelado botín.
Todo permanecía intacto
tal como le dejé aquella
vez
de eso muchos años atrás
aquella joya de valor
incalculable
de gemas preciosas
de incrustaciones
granate
de hilos de oro
de delicados rubíes
de compleja filigrana.
Esta vez
en mis callosas manos
a mi lado
ante mis ojos
no pienso perder
no pienso dejar
toda la riqueza
toda la tranquilidad
toda la alegría
que sólo esta fortuna
y únicamente ella
me brinda me colma
y me entrega.