Tu figura rompió la parsimonia
aquella distante mañana
como cuando una piedra
arrojada con fuerza toca un cristal
Te paseabas con desparpajo
como si la pasarela
de Milán o París atravesaras
luciendo tu belleza con naturalidad.
No sé porque causa, motivo, razón o circunstancia
me elegiste a mí para ser tu amor
si tan manso como siempre estaba yo
sentado al otro lado del ventanal viéndote pasar
Con lo que me gusta tu tipo de mujer
de mente abierta, descomplicada, elegante sin par
tu delgado cuerpo, tu color de piel, tu cara, tu glamour
que ahora no quiero imaginar tu ropa interior.
Te acercaste con tu seductora personalidad
con tus manos acabadas de realizar el manicure
oliendo tus hombros a perfume Jean Paul Cartier
para decirme que era un afortunado al tener tu corazón
No supiste lo que hacías conmigo
pronunciando esas dos cortas palabras de amor
para no darme ni un beso y largarte lejos de aquí
vuelve cuando quieras que de moda no has pasado aún.
